cuentos para llegar, leer en un minuto y largarse... te queda la vida para pensar y crear el tuyo.

*todos los cuentos son originales del autor del blog, y tienen derechos de autor.

lunes, 29 de diciembre de 2008

rreinita

La criaron para eso.
Su mamá desde pequeñita le decía -mi´jita, usted va a ser reina.
Y para que, la niña era muy bonita. Tenía cara de reinita.
Se le metió muy bien en la cabeza esa educación para llegar a ser reina, y solo se juntaba con gente "naiss", como una reina.
Cuando por fin lo logró, y con todo merito, su vida se vio rodeada de gente linda, como una reina merecía.
Por un poco de tiempo por lo menos.
Luego empezaron a llegar los eventos: invitación al asilo (dar de comer a viejos arrugados), que ahora debía dirigir un discurso para ayudar a personas especiales (rodada de lo que ella siempre había pensado son fenómenos), que la visita al pabellón de quemados del hospital, la reunión anual (con programa incluido) de la asociación de enfermos de cáncer, que incluía dar la mano y sonreír a los respectivos...como la reinita que era.
Ahora no le sale tan natural la sonrisa, y uno de sus parpados tiembla involuntariamente en uno de sus hermosos ojos, cada vez que recibe un sobre con una invitación para la reinita de belleza.
Y la "gente"?
Sonríe emocionada al ver a la reinita pasar, con su sonrisa congelada, y su mirada anhelante, buscando un bonito rostro donde descansar la vista.

lunes, 22 de diciembre de 2008

arbolito de navidad

24 de diciembre.
Salí temprano en la fría mañana con la firme idea en la mente. Conseguir un adecuado árbol de navidad. Lo tenía dibujado en mi mente. Verde claro brillante, tamaño unos 2 metros. Forma cónica. Soporte suficiente para todos mis adornos.
Me dirigí hacia la montaña que conocía tan bien. Llevaba una mochila liviana y muchas ganas de caminar y lograr mi objetivo.
caminé mucho y bastante lejos. Llegaban ya las 3 de la tarde, y 3 descansos a cuestas, dos para beber agua y uno para almorzar.
Buscaba en todos los lugares del bosque que tan bien conocía, y ese brote de abeto no aparecía, por lo menos de la forma y tamaño que buscaba. Será que los árboles introducidos, no se adaptan siempre a las ideas de mi cabeza?
Ya un poco cansado y con el primer pensamiento de desistir cruzándome, lo vi al filo de un desfiladero.
Un poco más pequeño de lo que imaginaba, pero a estas alturas ya no importaba. Un verde brillante, un poco desgarbado, que bien visto, era hasta raquítico.
Me senté a contemplarlo unos minutos antes de empezar la tarea.
Luego del pequeño descanso inicié con lo que vine a hacer, limpiar un poco las hojas y agujas de alrededor del tronco, y empezar a adornar.
En la parte baja lo llené de todos los insultos que recibí de los extraños, más arriba, las peleas con el jefe y los compañeros de trabajo.
El tercer nivel, donde empezaban a brotar unas pequeñas piñas, lo decoré con los rencores familiares de todo el año.
El último nivel, merecía todas las criticas e incumplimientos que me había hecho a mi mismo, y dejé la punta, que para un árbol tan pequeño era bastante robusta, con todas las peleas y discusiones que tuve con mi pareja. Algunas fueron tan fuertes que brillaban como una estrella.
Para ese momento, creo que había repasado todas las cosas desagradables que tuve en el año, y el sol empezaba a enrojecer al fondo de la cañada.
Con los ojos cerrados, sentado como un practicante de yoga, y con los músculos bastante adoloridos, podía distinguir todos los fracasos y cosas malas, que adornaban mi árbol.
Cuando abrí los ojos y volví a ver ese raquítico y feliz árbol que irradiaba su verde brillante, supe que estaba listo para volver a casa, para llenarme de las cosa buenas y agradables que había conseguido, junto a mi pequeña familia, en una cálida alfombra, y a kilómetros de distancia de los árboles cortados que normalmente adornan las navidades de otras vidas.

viernes, 12 de diciembre de 2008

pachamama*

Se habían reunido todos, convocados por el Tracy, el águila del norte y por anne Marie, el cóndor del sur.
Yo asistía aunque nadie me invitó.
Poco a poco comenzaron a llegar los demás, y a tomar sus lugares.
Yo me encontraba en el medio de todos, y aunque nadie me miraba, sentí que era una parte muy importante y el motivo por el que se reunían.
Aunque águila y cóndor no habían dicho palabra, su presencia dejaba claro para todos que el tema, de máxima importancia, era decidir que se hacía con el mundo.

Empezó a hablar Raúl, el león herido - Parece que todos estamos de acuerdo - decía con su voz grave y profunda - esto ya no se puede soportar por mucho tiempo. En su mirada se podía adivinar la tristeza de la realidad de sus palabras.
Ale, la búho, solo asintió y murmuró - si, hay que darles una lección.
Daniel, el viejo y grande árbol de la selva tomó la palabra, y solemnemente anunció -Por largas eras, mis antepasados estuvieron protegiendo la tierra y la vida, pero los humanos han sido más fuertes y persistentes. Ya no damos más.Y bajando la mirada, anunció - Nosotros nos vamos.
Francisco mono, aunque había llegado tarde, abrazó a su amigo árbol apoyándolo.
Dania, la panda, con un nudo en la garganta, no pudo contener las lágrimas, mientras asentía, apoyando la decisión de Dan-árbol.
Yo, en medio de la sala, ahora seguro de que nadie me veía, grité -Esperen!!
Al parecer tampoco me escuchaban, valentina, la oso de anteojos, con tristeza comento que de su gran familia solo quedaban 2, y bastante distanciados, y aunque estaba dispuesta a hacerle la lucha, ya estaba cansada y haría lo que decida la mayoría.
Victoria, la colibrí de los bosques, sonrió y anunció -Sii!! un nuevo mundo para todos! Nos conviene un cambio! Yo me voy con ustedes!
A lo que Naty coneja apoyó visiblemente emocionada: seguro! no puedo esconderme más por el miedo a terminar en un asador de cazadores. También me marcho!
La ardilla Ma. belén, abrazó a su amiga coneja, y las dos asintieron al unísono, -nos vamos!!.
Yo en medio de la sala, no podía contener mi asombro. No había pensado en todo el daño que le habíamos hecho en todo este tiempo a la tierra y a los que habitaban en ella. Aunque nadie lo mencionara directamente, acudían a mi mente recuerdos e imágenes de bosques destrozados, campos cubiertos de basura, ciudades cubiertas de humo gris, gritos de animales moribundos, ladridos de animales furibundos.
Pensaba que incluso entre nosotros, los humanos, casi siempre nos habíamos mantenido en guerra por causas ridículas.
Esos pensamientos fueron interrumpidos por la voz sabia de Wagner, la gran tortuga que casi no se movía, al fondo de la sala: -Por siglos hemos tratado de mantener una buena relación con nosotros y con los humanos, siempre dando, siempre sacrificando. Es cierto que nadie es mas importante que otro para la pacha mama, ella da igual para todos. El humano no lo entiende, o no lo siente. Si quiere el mundo para él, que se lo quede. Un mundo vacío, solo para él. Acabada la frase, giró lentamente, hacia la salida.
Julián, el lobo estepario, no se perdería la nueva aventura, y de un salto se puso junto a Wagner, y con un -te acompaño, viejo amigo, se dirigieron lentamente hacia la salida. A paso de tortuga.
Claudia nutria de río, dijo a blanca mantis religiosa, -bueno, lo intentamos mientras pudimos. Vamos. Y también giraron hacia la salida.
Ana María, la ratón de ciudad, pensaba que aunque se había adaptado muy bien entre los humanos y sus ciudades, no le agradaba la idea de seguir cuidándose de trampas y cebos. Hizo una seña a Zoë, la trabajadora hormiga, que subió a su hombro, y también se dirigieron a la salida.
De todos los reunidos, solo carolina, la canguro no había dicho palabra, visiblemente afectada por el rumbo de la reunión. Miró hacia Tracy águila, y annmemarie cóndor. Ellas asintieron.
- La decisión está tomada. Nos vamos.
- Humanos, el mundo es todo suyo, o por lo menos lo que queda de él
.
Todos giraron a la salida, y aunque no podían escuchar mis ruegos de que se quedaran, que aún se podía solucionar todo, igual les seguía gritando que no se vayan.
No hicieron caso... o no pudieron.
Ya todos estaban cerca de la salida, cuando se escuchó una aguda y débil voz:
Y nunca voy a escuchar el sonido de las hojas en el viento?
Y nunca voy a ver un animal andar libre por el campo?
Y nunca voy a sentir lo que es formar un todo con ustedes
?
Era Thiago, el niño que aun no había nacido para ver las maravillas que soñaba.
Esa dulce vocecita hizo detener a todos los que acudieron a la reunión.
En serio nunca más? volvió a preguntar la vocecita.
En ese momento, todos giraron hacia mí, y anne Marie Cóndor, ahora si, mirándome fijamente, me dijo -Todo está en tus manos.
Y desaparecieron haciéndose humo, dejándome con la firme idea de que nosotros lo destruimos, nosotros lo arreglamos.
entonces desperté, para encontrarme en este podrido mundo, que aún puedo llamar hogar.

* Para los caminantes de la nueva tierra.

jueves, 11 de diciembre de 2008

muertos

Hace poco me di cuenta que me ocurre algo bastante raro y misterioso.
Escucho las voces de personas muertas.
Si amigo, como lo oyes, muertos!!
Pensando me parece que siempre me ha pasado esto, pero justamente ahora, en que esas voces están haciéndome cambiar mi comportamiento, es que lo noto.
Debes haber escuchado las historias de gente a la que el alma de los muertos le hace hacer cosas que no quiere, o que si quiere, pero no se habría dado cuenta de no ser por el espíritu del muerto.
Algo así creo que es lo que me pasa, cuando escucho las voces de los muertos...
Como la del Lennon ese, cuando me dice - imajhin deres no jeven... is isi if yu tray...*
Cambia mi comportamiento.
Como si su espíritu me dijera que hacer.
Raro, no?
Tú escuchas las voces?


* Letra de Imagine. johnn lennon

martes, 9 de diciembre de 2008

el demonio sonriente

La gente dice que cuando te toca la hora de irte, hay alguien que viene a buscarte. A mí desde niño me metieron en la cabeza que el que vendría a buscarme sería un demonio.
La primera vez que lo vi, pensé que era algo de publicidad para niños, y me acerqué con un poco de curiosidad. Cuando estaba a unos pasos y me di cuenta que me miraba fijamente, con una amplia sonrisa, se me fue la alegría y entró el miedo.
Me alejé casi corriendo.
A partir de ahí, lo encontraba todos los días, esperándome con su amplia sonrisa, mirándome fijamente. Tenía una gran cabeza calva, con unos pequeños cuernos gastados - en que gasta un demonio sus cuernos??, me preguntaba para mi mismo.
Siempre me miraba fijamente con su amplia sonrisa, y yo con cara de tristeza a veces, y de espanto otras, miraba hacia otro lado, y pasaba muy rápido.
Sabía a lo que venía.
Un día, apareció, sentado en la calle, como la mayoría de las veces.
Esta vez no sonreía. Por eso comprendí que la hora había llegado.
En contra de todo lo que pueda imaginar, mi cara dibujó una leve sonrisa, y acercándome, le acompañé en mi nuevo viaje.
Mas bien algo de mi lo acompañó, porque mi cuerpo quedó tirado en la vereda.
Sin ninguna sonrisa.