como burro detrás de la zanahoria (sueños)

Ella se despierta primero con los oídos. Se niega a abrir los ojos aunque siente y sabe que está en ese punto en el que por más que se esfuerce, ha dejado escapar el sueño: despierta.
Él se levanta aun dormido, y hace las cosas por repetición y costumbre.
Ella se alista para ir a la oficina com osiempre, de lunes a viernes, pensando que su lugar está en otra parte, haciendo las cosas que reamente "quiere" hacer. Sobreviviendo mientras agarra coraje para irse y cumplir su sueño.
El tiene su sueño, aunque no sabe si lo llegará a cumplir. Hace las mismas cosas toda la semana, pero se mantiene contento pensando que un día logrará estar donde siempre quiso, aunque no se esfuerce nunca por llegar.
La misma historia se repite en muchisimas de las luces que se encienden cuando empieza a clarear en la fria mañana de la contaminada ciudad.
Todos se despiertan, levantan, alistan y salen, algunos con la firme creencia de que este será el día en que tendrán el valor de ir y cumplir su sueño.
Otros pensando en su sueño, en el objetivo de su vida, y contentos con tenerlo, aun que sea en su cabeza y en su corazón, salen a la calle. A hacer lo mismo de todos los días.
Unos pocos, con la sonrisa en la cara, que refleja el sentimiento interno de estar cumpliendo su meta, viviendo la vida que ellos siempre soñaron -y por lo menos hasta donde ellos saben- lo han logrado. Hasta que se les ocurra una nueva meta que cumplir.
Los unos y los otros salen persiguiendo su sueño, como el burro que sigue la zanahoria. Lo alcancen o no, contentos de saber que por lo menos está frente a ellos.

ese lejano satélite

Para la gente es algo muy común verla en el cielo, en las noches, o muy temprano en la mañana, brillando, o casi oculta entre las tenues nubes que cubren nuestro pequeño planeta.
Desde hace siglos los poetas llenaron la historia de versos dedicados a nuestro satélite principal, el que hace suspirar a enamorados, y alucinar a los deschavetados.
A mi siempre me ha dado una fascinación especial, me puedo pasar horas de horas mirando su brillante superficie color azul blanquecino.
Hubo uno que escribió un libro, de como llegar allá, en una especie de tubo autopropulsado. Ahh, si se pudiera vivir ahí.
Pero los satelites enviados por los cientificos dicen que no podría vivir nada ni nadie, muchos gases raros.
Aunque a mi me parece que no.
Cuando me acuesto en la ladera de la montaña, pienso como sería vivir en su superficie, tan azul. Podría pasarme toda mi vida flotando entre sus gases raros, muy a pesar de los científicos.
Tambien dicen que gira, sobre su propio eje, eso mismo, ya es un avance, no como en nuestro planeta, que siempre tiene una cara iluminada, y la otra simpre oscura... Aunque si no hubiera sido así siempre, no podría haber desarrollado vida, como la que actualmente existe, con nosotros incluídos, dicen los científicos.
Algún día, -pienso- algún arriesgado podrá viajar a su azul superficie, y vivir entre los gases raros... espero, mientras yo viva.
Porque a mi, me parece muy grande! Eso es, azul y grande, por lo menos desde aquí.

respira!

Bueno, mi amigo, se lo voy a explicar por última vez, más lentamente, para que me pueda entender.
Su promedio en volumen para espiración, es de 1.5 Litros, si?.
Ahora, de acuerdo a la cantidad de Oxígeno presente en el aire, y a su eficiencia respiratoria, en cada expiración, Ud, mi querido amigo, expulsa 99 mg de CO2.
Su frecuencia respiratoria, de acuerdo al análisis, da doce respiraciones por minuto, es decir 1.18 gramos de CO2. Este valor nos da 71.28 gramos por hora, y si le sacamos para un día completo, lo que está lanzando al ambiente, es la pequeña cantidad de 1710 gramos de dióxido de carbono.
Esa pequeña cantidad, se convierte en 624.4 Kg. al año!!!
Me entiende?

El hombre sentado en la frente al escritorio del funcionario de ambiente, se iba encogiendo en su silla a medida que escuchaba la explicación, y el funcionario continuaba...

- Está bastante bien y dentro de la norma. Pero, calcule cuantas toneladas de CO2 salen al año por todos los millones de habitantes que tiene la tierra. Y como comprenderá, depende de nosotros el control de emisiones al ambiente, porque si los dejáramos, como se dice, a la buena de Dios, toditos ustedes, se dedicarían a respirar más, sin preocuparse del efecto invernadero, calentamiento global, y todas esas cosas que les pasamos toditos los días por televisión.
Y encima quiere que le apruebe su permiso para respirar, solo por que se fuma "tresitos al día"?No me joda!

Vaya que le hagan un chequeo, arregle su problema, pase por un nuevo análisis, y ahí vemos como le va.
Le doy una extensión de 30 días.

El cansado ciudadano tomó el papel del análisis con la extensión, y salió, pensando en su fallido propósito de dejar de fumar.

El funcionario, recostado en su silla de burócrata, con la satisfacción del deber cumplido, y mirando la hora para salir a almorzar, pensó satisfactoriamente -Estos se piensan que el aire es gratis.