cuentos para llegar, leer en un minuto y largarse... te queda la vida para pensar y crear el tuyo.

*todos los cuentos son originales del autor del blog, y tienen derechos de autor.

jueves, 26 de marzo de 2009

vendedor de bastones *

- Entonces, saliste a caminar un poco?
- Si, a ver si me hace bien el aire.
- Buena falta que te hace, tienes una cara...-
Lo dijo haciendo una mueca hacia abajo.
- Si, y me sirvió bastante, no porque me quitó el dolor de cabeza, mas bien porque entendí mucho de el por qué pasan las cosas que pasan.
- Ah, si?? cuentame,- comentó la chica acercandose un poco interesada.
- La cosa es que salí a y empecé a caminar casi sin darme cuenta por donde iba, como de memoria, mirando al piso y pensando en mis problemas, y un rato, al ver hacia un lado, vi una mujer, no muy mayor, hablando consigo misma.
Normalmente no le hubiera hecho mucho caso, pero me sorprendió el hecho de entender que ella no hablaba consigo misma. hablaba con alguien más!
Me intrigaba saber con quien hablaba, pero no podía pararme al frente y preguntarle, no tenia idea si hablaba con un fantasma sentado a su lado, o con alguien que vive dentro de su cabeza.
Ahí también me di cuenta que yo mismo no había salido a caminar para tomar el aire, sino para hablar con ese alguien que en mi caso, si está dentro de mi cabeza.
-Interesante observacón, creo que a mi tambien me ha pasado lo mismo un par de veces.

El tipo recostado en el diván se acomodó un poco, para ponerse más comodo, y cerrándo los ojos, siguió con su relato.
- Lo raro, fue que luego de entender que la gente, por más loca que parezca, nunca habla sola, o mas importante aún, nunca está sola... que vi el mundo con ojos diferentes.
Ya no miraba personas caminando, miraba partes de un todo.
Justo en ese momento, apareció el vendedor de bastones.
Caminaba correctamente, con una pila de bastones cargados a su espalda, y los anunciaba sin gritar mucho.
Cuando una persona en su sano juicio, decide convertirse en vendedor de bastones?
- Mmm... no solo en eso, sino en cualquier profesion u ocupación.
- Justamente eso comprendí. Que te hace ser lo que eres?
Tu o quien vive dentro de tu cabeza...
- Mmm buena observación. La podríamos analizar la siguente semana.
- Oh, ya pasó una hora?
- Si.
- El jueves entonces.
- A la misma hora.


Y se levantó.


*(parte de otro ejercicio)

lunes, 23 de marzo de 2009

nova

Las últimas semanas me había devanado los sesos para encontrar la manera de hacer cambiar la mentalidad de las personas, y así poder salvar al mundo. Con medalla interna, al mérito personal incluída.
Hoy en la mañana, nuestro querido sol, estrella insigne, entró en estado de supernova.
En el transcurso, desapareció con todos los planetas que lo rodean, Tierra incluída.
Me libró de mi gran preocupación, muy a mi manera, eliminado el problema, para que sirve la solución?
Viva el facilismo!
(Hasta que llegue alguien y lo destruya).

jueves, 5 de marzo de 2009

gafas para ver a la gente desnuda.

- hey!... pssstt!!
Reduzco un poco la velocidad de mi caminar y miro hacia donde me llaman con un ruido.
- psst!!.. pana...
Un viejo un poco arrugado y bastante delgado, el autor del molesto siseo para llamar mi atención me hace un gesto, para que me dirija hacia el callejón donde se encuentra.
Mi corazón late una milésima más de prisa, y aprieto los puños en los bolsillos de mis jeans, y hago un intento de recuperar mi velocidad normal.
El viejo da un par de pasos y se pone junto a mi.
Trato de hacerme el desentendido mirando hacia otro lado, luego de que parte de mi procesa que este mayor, que a la luz del poste se ve mas viejo de lo que pensaba, no puede ser un choro, o por lo menos no representa peligro inmediato.
Lo regreso a ver, y en ese preciso momento, saca lo que mantenía medio oculto, y murmura, - vendo unas gafas para ver a la gente desnuda.
Ahi mi cerebro se carcajea y mi corazón recupera su velocidad normal.
Me dispongo a continuar con mi caminata, cuando una mirada más atenta al que me ofrece las gafas, me hace ver la cruda realidad.
El viejo no miente.
Me ofrece lo que vende, instandome a hacer la prueba.
Ahora recién me doy cuenta que me he detenido y estoy poniendo toda mi atención en el vagabundo que me intenta vender una gafas para ver a la gente desnuda.
Me las extiende con mano temblorosa, y no me atrevo a cogerlas.
Mientras mi cerebro bulle, con toda la información que almacené de adolescente, con todos los recuerdos de mis compañeros de curso, que hubieran dado su vida por el objeto que ahora se me ofrece por unos pocos dolares.
En esa época.
Ahora comprendo que, aún siendo verdad lo que me dice, no es algo de lo que pueda sacar provecho.
Comprendo que caí víctima de mis propios recuerdos.
Riendo de mi propia ingenuidad, giro y empiezo a caminar otra vez. Seguro de que tal objeto no existe.
O si?.