Ya estoy harto de esta situación.
Encuentro pelo de gato en todo lado.
En las almohadas, en los muebles de la sala, debajo de la mesa del comedor...
Saco mi bufanda negra favorita, y? llena de pelos de gato.
Motas por todo lado, revueltas con polvo, debajo de la cama y en el piso de toda mi casa.
Limpio y al día siguiente lo mismo.
Y... yo no tengo gato.
La semana pasada me quedé esperndo con las luces apagadas, en el mueble de la sala, en silencio, para descubrir a mi peludo intruso, y desperté en la mañana tarde para el trabajo... y rodeado de pelos de gato.
Ayer pasé toda la noche en vela, y no hubo nada extraño. Esta vez nada de pelos de gato... pero me dormí en la oficina.
Bastante complicado de atrapar.
Ahora que lo pienso, últimamente me agrada que mi novia me acaricie detrás de la oreja.
Y cuando veo un perro, se me erizan los pequeños vellos de la parte posterior de mi cuello, esos que siempre mis amigos decían que parecen pelo de gato.
cuentos para llegar, leer en un minuto y largarse... te queda la vida para pensar y crear el tuyo.
*todos los cuentos son originales del autor del blog, y tienen derechos de autor.
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lunes, 10 de marzo de 2008
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