Para la gente es algo muy común verla en el cielo, en las noches, o muy temprano en la mañana, brillando, o casi oculta entre las tenues nubes que cubren nuestro pequeño planeta.
Desde hace siglos los poetas llenaron la historia de versos dedicados a nuestro satélite principal, el que hace suspirar a enamorados, y alucinar a los deschavetados.
A mi siempre me ha dado una fascinación especial, me puedo pasar horas de horas mirando su brillante superficie color azul blanquecino.
Hubo uno que escribió un libro, de como llegar allá, en una especie de tubo autopropulsado. Ahh, si se pudiera vivir ahí.
Pero los satelites enviados por los cientificos dicen que no podría vivir nada ni nadie, muchos gases raros.
Aunque a mi me parece que no.
Cuando me acuesto en la ladera de la montaña, pienso como sería vivir en su superficie, tan azul. Podría pasarme toda mi vida flotando entre sus gases raros, muy a pesar de los científicos.
Tambien dicen que gira, sobre su propio eje, eso mismo, ya es un avance, no como en nuestro planeta, que siempre tiene una cara iluminada, y la otra simpre oscura... Aunque si no hubiera sido así siempre, no podría haber desarrollado vida, como la que actualmente existe, con nosotros incluídos, dicen los científicos.
Algún día, -pienso- algún arriesgado podrá viajar a su azul superficie, y vivir entre los gases raros... espero, mientras yo viva.
Porque a mi, me parece muy grande! Eso es, azul y grande, por lo menos desde aquí.
cuentos para llegar, leer en un minuto y largarse... te queda la vida para pensar y crear el tuyo.
*todos los cuentos son originales del autor del blog, y tienen derechos de autor.
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martes, 12 de mayo de 2009
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