Antes de cerrar la puerta, estaban todos.
Estaban absolutamente todos.
Estaba la señora que gritaba mucho cuando se enoja.
El tipo que enseñaba lo que no debe a los transeúntes.
El ayudante que se llevaba parte de las propinas.
El que se hacía el santo cuando lo observaban.
El que se sentía mal por hacer cosas buenas.
El que se sentía mal por no hacerlas.
El que intentaba hacer cosas buenas.
El que nunca lo lograba.
El necio, el sabio, el sabelotodo, el hablador, el silencioso, el mojigato.
también estaban ellas...las que no deben estar.
Por ahí paseaba también muy confiado el sacerdote, misionero, párroco, acólito, monje, pastor, rabino, maestro, jefe, líder, monja, profeta.
Con decirte que hasta la madre Teresa.
también entraron vagabundos, desposeídos, callejeros, huéspedes de barrios bajos, gente bien, artistas, músicos, danzantes, obreros, capataces, jornaleros.
Ya te digo.
Todos.
Como?
Tú no estabas...?
cuentos para llegar, leer en un minuto y largarse... te queda la vida para pensar y crear el tuyo.
*todos los cuentos son originales del autor del blog, y tienen derechos de autor.
*todos los cuentos son originales del autor del blog, y tienen derechos de autor.
martes, 11 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario