El maestro miraba directmente sus ojos mientras entregaba el pequeño objeto metálico en sus manos: un Totem para diferenciar entre el mundo inventado en su cabeza del que vivía relmente.
El discipulo miraba y tocaba el objeto, con una pasión que rayaba el fanatismo.
Por fin lo consiguió, su mestro le entregó el instrumento que le ayudaría a diferenciar su realidad de su propia ficción.
Tenía forma de peonza hexagonal, con varios simbolos grabados en cada arista, y era obvio que la manera de usarlo era ponerlo a girar hasta que se detenga.
Entonces sabría que estaba en el mundo real.
Unicamente para probarlo, lo puso girar.
Y giró y giró y giró... por toda la eternidad.
cuentos para llegar, leer en un minuto y largarse... te queda la vida para pensar y crear el tuyo.
*todos los cuentos son originales del autor del blog, y tienen derechos de autor.
*todos los cuentos son originales del autor del blog, y tienen derechos de autor.
miércoles, 18 de mayo de 2011
lunes, 2 de mayo de 2011
polvo
¿Quien limpió el polvo de este corazón?
Tenía un nombre escrito ahí!.
Tenía un nombre escrito ahí!.
Etiquetas:
realidad alterada,
urbanos,
versos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)