cuentos para llegar, leer en un minuto y largarse... te queda la vida para pensar y crear el tuyo.

*todos los cuentos son originales del autor del blog, y tienen derechos de autor.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

La mujer que viajaba en el tiempo *

Esta señora - o señorita- no se sabe a ciencia cierta, con un moño alto y cuidadosamente formado, lentes de marco oscuro, rctangular y brillantes cristales que enmarcaban unos hermosos ojos perfectametne delineados en negro.
Con apariencia impecable e inmutable espera el elevador que la llevará a su oficina, aunque realmente y sin ella saberlo, a un lugar más lejano.
Se abre la puerta automática y mira  a un ejecutivo que sigue hasta un piso superior.
Ahí empieza el viaje:
El simpático ejecutivo mira la columna de números parpadeantes que muestran el avance del elevador, mientras la mujer viaja al futuro, mirandose en una elegante casa de los suburbios, mirando correr a un niño que lleva su largo cabello rizado, del mismo tono del ejecutivo frente a ella. De pronto aparece él mismo, con barba de  2 días, una incipiente panza y pijama  a rayas. El momento en que la dualidad ejecutivo-presente-futuro lanza un sonoro eructo de  cerveza, ella regresa al elevador, y al tiempo presente. No responde a la encantadora sonrisa que le brinda el ejecutivo el momento de  salir del elevador.
Se cierran las puertas y ella, sin fijarse siquiera, viaja al pasado y a su última relación, que terminó abruptamente, luego de  darse cuenta  de que nunca se acostumbraría a la rasposa barba de su "novio". Remolonea en el pasado durante tres pisos más y sale a enfrentarse con su trabajo diario, en el que cualquier cosa la remontará al futuro improbable, o al siempre inmutable pasado.
Si, ella siempre viaja en el tiempo, aunque le cueste reconocerlo.


* Ejercicio largamente postergado.

martes, 7 de diciembre de 2010

te conozco

Andrés corria a través de  la  estación por el piso aun mojado por la última llovizna de la tarde, cuando la vió.
Se detuvo en seco y regresó, se paró frente a ella y le dijo:
- Te conozco.
La pelirroja, o  miró de arriba a abajo: barba de  tres días, chaqueta arrugada, un maletín raído.
Aguantando una risa solo pudo contestar -De donde?
 - De mi futuro.
Y supo que era verdad, auque a ella no le parezca.